jueves, 28 de junio de 2012

Deberes de los usuarios


     Que podemos esperar de un sistema cuando los deberes de los usuarios se centran, principalmente, en la reclamación de derechos

Deberes:
1.      El usuario tiene el deber de colaborar en el cumplimiento de las normas e instrucciones establecidas en las Instituciones Sanitarias.
2.      El usuario tiene el deber de tratar con el máximo respeto al personal de las Instituciones Sanitarias, los otros enfermos y acompañantes.
3.      El usuario tiene el deber de solicitar información sobre las normas de funcionamiento de la Institución y los canales de comunicación (quejas, sugerencias, reclamaciones y preguntas). Debe conocer el nombre del médico. 
4.      El usuario tiene el deber de cuidar las instalaciones y de colaborar en el mantenimiento de la habitabilidad de las Instituciones Sanitarias.
5.      El usuario tiene el deber de firmar el documento de Alta Voluntaria, en los casos de no aceptación de los métodos de tratamiento.
6.      El usuario tiene el deber de responsabilizarse del uso adecuado de las prestaciones ofrecidas por el sistema sanitario, fundamentalmente en lo que se refiere a la utilización de servicios, procedimientos de baja laboral o incapacidad permanente y prestaciones farmacéuticas y sociales.
7.      El usuario tiene el deber de utilizar las vías de reclamación y sugerencias.
8.      El usuario tiene el deber de exigir que se cumplan sus derechos.

lunes, 25 de junio de 2012

Si tomas el sol ¡protégete!

    La semana pasada advertía sobre los efectos de las altas temperaturas, en concreto sobre el golpe de calor. Hoy quiero llamaros la atención sobre los efectos del sol sobre la piel. Muchos de vosotros vais a comenzar unas merecidas vacaciones y muchos habéis elegido como destino una de las múltiples playas de las que gozamos en este País. Pues bien, unos pequeños consejos os pueden permitir disfrutar de ellas sin tener luego que lamentarnos:
  • Comienza a tomar el sol de forma gradual, evitando las horas de máxima intensidad (12-16h).
  • Usa sombrero de ala ancha y cúbrete el cuerpo con ropa si tu exposición va a ser prolongada.
  • Usa cremas con filtro protector de alto grado.
  • Bebe abundantes líquidos.
  • Si estas tomando medicación,  infórmate que ésta no cause fotosensibilidad.


     El siguiente vídeo forma parte de una campaña de sensibilización sobre el melanoma, el cáncer mas maligno de piel.




martes, 19 de junio de 2012

Golpe de calor

fuente: epony.zonalibre.org
   Todos los años, cuando el calor aprieta, los medios de comunicación se hacen eco de algún fallecimiento por el llamado "golpe de calor". El golpe de calor es un trastorno grave que se produce cuando nuestro cuerpo no es capaz de eliminar el calor que genera o absorbe.
   Afecta de forma característica a dos grupos de población bien definidos: Jóvenes sanos que realizan una actividad física intensa y por otro lado ancianos o enfermos.la mortalidad del golpe de calor puede llegar a mas del 70% de los casos.
   Las campañas como la realizada por la Conserjería de Sanidad de la Junta de Castilla y León son la mejor forma de prevenirles. Saber actuar ante la presencia de un golpe de calor puede salvar una vida:
  • Llame sin demora al 1 1 2
  • Coloque al paciente a la sombra
  • Refresquele con agua fría o hielo, principalmente la cara y axilas
  • Si está inconsciente colóquele tumbado de lado
  • NUNCA de líquidos a una persona inconsciente
   En el siguiente vídeo, elaborado por la Asamblea Local de Cruz Roja de Medina del Campo, nos muestra un simulacro de actuación ante un golpe de calor.


 


lunes, 18 de junio de 2012

Otra clase de restaurantes

 Recibo multitud de email todos los días, algunos van directamente a la papelera, pero la mayoría les abro y leo por deferencia hacia quien se ha molestado en enviármelo. Muchos de ellos forman parte de lo que llamamos ruedas, que reenviamos a nuestros conocidos. El de hoy, que comparto con vosotros, es uno de ellos; pero refleja una realidad desconocida por la mayoría de nosotros. Sea mi pequeño homenaje a la labor silenciosa de Caritas y de todos cuantos de una u otra forma colaboran en paliar la desgracia de tanta y tanta gente.



UNA COMIDA DIFERENTE
   Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia , de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta.
   Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.
   Entró en un local que le pareció un restaurante modesto, pero con encanto; iba distraído, pensando en el Informe  Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad, no era un restaurante; sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza, junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera.
   De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que, quien le servía la comida en la bandeja, era una monja. Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.
   Quiso retirarse; pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que, de segundo, había filete empanado; que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor, y bien vestido, comía en silencio, sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida; había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía a dónde ir; menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo. «Al final, he tenido suerte en la vida, compañero; así que no te agobies, que de todo se sale…». No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos.
   Al salir, no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve. «Vuelve cuando lo necesites y, si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza».